sexta-feira, 7 de julho de 2017

Una estrella llamada Violeta

Reseña acerca de la vida de Violeta Parra basada en la película “Violeta se fue a los cielos”
Por Ana Oliveira

   Violeta del Carmen Parra Sandoval fue uma mujer a la frente de su tiempo. Nacida a principios del siglo XX, una época muy difícil para las mujeres, en una sociedad machista y prejuisiosa, hecho que jamás fue um  impedimiento para su vida y sus acciones. Mismo delante de todas las dificultades, dejó un gran legado artístico a la humanidad. Compositora, cantora, artística plástica y ceramista, Violeta es considerada la más important folclorista del Chile y la precursora de la música popular chilena. 

   Cuando niña, tuvo una vida muy pobre, su padre era profesor de música y su madre, campesina y tenía cinco hermanos, a quién siempre ayudó a cuidar mientras sus padres trabajavan. Al morir, su padre le dejó una única herenza, una guitarra y fue con ella que esa grand mujer revolucionó el mundo. Con su heranza, pasó a cantar y trabajar con sus hermanos en bares y fue así que empezó a los nueve años su carrera artística. Aun muy jóven, Violeta tuvo dos hijos, Isabel y Ángel, frutos de su primero matrimonio. Sus hijos eran muy talentosos y con el tiempo, pasaran a presentarse con su madre, cantando. Algunos años después, ella se casó novamiente y de esa unión nacieron dos hijas, Carmen y Rosita. Rosita fatalmente falleció dos años después de su nacimiento, hecho que tal vez, haya sido la motivación inicial de una depresión que la cantora jamás pudiera curarse.

   La Parra tenía un caráter inquieto y lleno de distraciones, lo que se convertía en un paradojo una vez que era una madre muy cuidadosa y amable, entretanto no se acomodaba al ideal convencional de esposa. En virtud de eso, su matrimonio se acabó, pero un poco antes del final, su esposo y militante del Partido Comunista la inició en la actividad política y eso fue un marco en su vida, pues pasó a ser una activista cuyo trabajo fue la base para el desarrollo del movimiento estético, musical y político llamado La Nueva Canción Chilena. Mismo triste por la muerte de su hija, Violeta une las fuerzas, continua su carrera y estimulada por su hermano Nicanor, asume con personalidad propia la defensa de la auténtica música chilena en contra de los estereótipos que hasta ese momento se manejaban. En vista de eso, pasa a hacer una vasta pesquisa sobre las canciones tradicionales, sobre todo del campo chileno y descubre los valores de la identidad nacional, cosa que ningún otro artista lo había hecho antes. Allá de la música, ella poseía otros talentos y fue la primera latinoamericana en exponer una série de sus trabajos como artista plástica en el Museo del Louvre. También escribió un libro de poesía llamado Poesía Popular de Los Andes y viajó a muchos países donde tuvo éxito, por ejemplo, en Europa, hecho inédito para un artista chileno. 

   En este periodo conoció el gran amor de su vida, que según cuenta la película dedicada a ella, “Violeta se fue a los cielos”, el antropólogo y músico suizo Gilbert Favre, fue la inspiración de sus más importantes canciones de amor y desamor. Sin embargo, poco tiempo después de conocer y vivir con su amor, Parra regresió a Chile. Muy abalada con el rompimiento de su historia, juntó las fuerzas y construyó junto a sus hijos, una grande casa con el objetivo de convertirla en un important centro de cultura folclórica, pero la respuesta de la gente no fue muy positiva y pocas fueran las personas que le dieron apoyo. Eso la dejó aun más depresiva y mismo siendo una artista mundialmente reconocida, curiosamente eso fue un de los problables motivos de su muerte, pues el amor por su tierra y su pueblo era mayor que cualquier ambición o deseo de suceso. 

   El hecho es que, desde la muerte precoz de su hija, Violeta no consiguió recuperarse, sumado a la decepción con la pérdida de su amor y tras lo intento falido de su centro cultural, Violeta se suicidó a los 49 años. Hablase que la canción “Gracias a la vida” podría haber sido un reflejo de su estado de ánimo depresivo y tal vez, una canción de despedida.

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